El presidente Moreno, haciendo uso del poder que ejerce la Constitución sobre las demás leyes secundarias, en apego estricto al numeral 14 del Art. 147 del referido cuerpo constitucional, ha convocado a consulta popular, lo que ha conllevado a una serie de comentarios, unos a favor y otros en contra. 

Quiénes están en contra aducen que no es al llamado, sino a determinadas preguntas, especialmente la que tiene que ver con la reelección. 

En lo personal, respecto de la reelección, por principio me muestro en desacuerdo; y no por lo preguntado, sino por las circunstancias que rodean la pregunta.

Si se convocara a consulta únicamente para que el pueblo decida sobre la reelección sería maravilloso, hablaríamos de una pregunta limpia y obtendríamos, así mismo, una respuesta limpia del pueblo ecuatoriano.

Pero aquello no sucede en la actual convocatoria, puesto que esta pregunta, al lado de otras en las que por fortuna nadie dirá no, lógicamente conducirá al electorado a equivocarse por varias razones, como no ubicar el tema en el momento de acudir a las urnas, por ejemplo, por ignorancia, rayar equivocado, etc. permitiéndose de este modo un resultado irreal.

Por qué mejor no dejar que quien es elegido con el voto del pueblo siga postulando tantas veces desee, pues ya será el pueblo el que en su momento sabrá si le da o no el voto, o si lo reelige o no. 

El presidente tiene su criterio sobre el particular, respetable por cierto, no lo comparto; pero los que fueron oposición en tiempos de campaña, hoy aliados del presidente por los favores recibidos, lo ven con agrado. Y no porque no les guste la idea, pues no, a ellos les encanta el poder, sino por temor a que les vuelva Correa, les gane y los vuelva a poner contra la pared. Así de sencillo.

En definitiva, es una pregunta necesaria por todo lo que actualmente sucede, pero no es bien vista por nadie que sea imparcial y que tenga un mínimo de visión política, puesto que ésta es tramposa por las circunstancias que la rodean y no por la pregunta como tal.