Sobre una mesa o puestos en las tradicionales cajas de madera, los mangos deleitan a locales y foráneos.

José Solórzano, quien tiene 25 años en el negocio de la compra y venta de estos frutos, dijo que la cosecha de este año fue generosa y por eso tienen mangos en la variedad “chicogrande”, “miguelillo”, “de mantequilla”, “de exportación” y “de chupar”, que son los más apetecidos por los comensales.

Mencionó que el de la variedad “miguelillo” es muy solicitado porque resiste más tiempo guardado y ahora, gracias a la abundancia, una caja cuesta seis dólares, mientras que el de chupar está en 10 dólares. 

Los vendedores del sector indicaron que ahora las ventas son buenas, pero se ponen mejor durante los días 30, 31 de diciembre y 1 de enero, cuando se vende gran cantidad del fruto. 

“Es que el primero de enero mucha gente va a la playa en familia, entonces pasan comprando una o dos cajas para comer allá”, destacó Fernando Mendoza, otro de los vendedores.

Los consumidores son los más contentos de poder comprar entre tantas opciones. 

María Fernanda Jaramillo dijo que iba con su esposo hasta Canoa, pero al notar gran cantidad de mangos pararon y compraron una funda de dos dólares en distintas variedades.

Señaló que con eso tenían para pasar el día.

José Solórzano mencionó que en Mejía y sus comunidades vecinas muchas familias complementan su economía vendiendo mangos a los comerciantes apostados a un costado de la salida de Portoviejo. 

Uno de ellos es Francisco Rodríguez, quien ayer vendió una gaveta en cinco dólares a uno de los distribuidores.

Dijo que en lo que va de la temporada ha sumado unos 100 dólares entregando el producto. Señaló que el sabor del mango de este sector es muy bueno porque ellos lo dejan madurar en los árboles, entonces comentó que el producto se mantiene fresco y es lo que le ha dado fama a Mejía.

Indicaron que a finales de enero se terminará la cosecha en estos sectores, con lo cual disminuyen las carpas de mangueros en las vías.