La ventisca destruyó una cocina, dos televisores, una ramada y parte de una vivienda de construcción mixta. 

La casa de la familia Cedeño Espinales está conformada por seis personas y quedó sin techo. “Hemos dormido a la intemperie porque no tenemos dinero para volver a comprar las 30 hojas de zinc que se dañaron”, manifestó Oswaldo Cedeño.

El afectado informó que el ventarrón se produjo el lunes a las 14h00, y también le destruyó un televisor y una vajilla que había adquirido por Navidad.

Zeneida Loor manifestó que el fuerte viento hizo que se cayera un televisor y levantó seis hojas de zinc. Ayer logró ubicarlas nuevamente en su techo. Ahora su  preocupación surge porque las hojas tienen huecos y teme inundarse en este invierno. 

 

Alarma. Geovanny Barberán manifestó que la ventisca originó pánico, debido a que las hojas de zinc volaban sobre el sector, y los moradores que iban caminando tuvieron que ingresar a las casas para protegerse. 

“Todos corríamos alarmados buscando protección para evitar algún corte. Nosotros vivimos segundos de terror”, expresó Barberán. 

Él perdió una ramada, y ayer terminó de recoger las 20 hojas de zinc que habían quedado esparcidas en el barrio.

Cata Jaramillo es otra de las afectadas, quien pide ayuda para volver a comprar el techo de su hogar. Ella perdió 30 hojas de zinc, al igual de Rosa Palma, de 72 años de edad. “Parte del techo de mi casa quedó destruida, pero vamos a formar una comitiva para ir al Patronato Municipal a solicitar ayuda”, expresó Palma. Cada hoja cuesta seis dólares, y los moradores estiman que las pérdidas superan los 600 dólares entre las seis familias. Es la segunda vez que un ventarrón se lleva los techo de las casas en este año. 

El remolino duró más de 45 segundos, y fue reportado al Sistema de Seguridad ECU-911, donde se dispuso a los policías hacer  un patrullaje. Los agentes confirmaron que  no hubo heridos. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), los ventarrones ocurren por los cambios bruscos del clima.  El fenómeno climatológico también suele provocar  caída de árboles, desprendimiento de techos y señales de tránsito.