El 3 de junio del 2015 murió desangrado de un balazo en la yugular, mientras trataba de separar a dos amigos que se habían peleado. 

Uno de ellos se protegió detrás de “El Goldo” y el otro accionó el arma, detonando un disparo que cobró la vida en cuestión de segundos. “Lo llevaron al hospital, pero murió en el trayecto”, dijo Julio, uno de los siete hermanos de Jorge Viteri Góngora, de 55 años de edad.

El abatido trabajaba como jardinero particular y era muy conocido en la capital manabita.

Tranquilo “Era bromista y sano, prueba de aquello es que perdió la vida tratando de evitar una desgracia”, expresó Julio Viteri.

El día de la desgracia recordó que se armó una gresca en el grupo donde todos eran amigos y Jorge hizo de mediador para evitar la desgracia. “Unos amigos salieron peleando y él se puso en medio. El disparo dañó la yugular y murió en cuestión de minutos”, precisó. 

Tras el hecho de sangre el autor del disparo fugó y estuvo prófugo varios meses. Se mantuvo así hasta que cierto día decidió entregarse a la justicia para que lo juzguen.

Perdonado. Los deudos por un tiempo guardaron el sentimiento de ira hacia al criminal y sus familiares, pero la amistad existente, de acuerdo a Julio Viteri, motivó que desecharan todo pensamiento negativo, considerando que el hecho respondió a un accidente. 

“No lo hizo de forma intencional, es mi amigo y lo estimo. Fue una verdadera desgracia lo que ocurrió ese día”, citó Viteri, agregando que en su caso valoró el hecho de que el homicida por sus propios medios se acercó a la Policía para entregarse y ponerse a órdenes de la Fiscalía para su juzgamiento.

“Si buscó la justicia es porque sintió lo sucedido con su propio amigo”, añadió.

Sentenciado. Jorge B.R., sindicado por la familia por el asesinato de Jorge Viteri, se acercó a las dependencias de la Policía Judicial de Portoviejo en febrero del 2016.

Los familiares dijeron en ese momento que jamás estuvo prófugo y que existía temor de un proceso judicial injusto.

Semanas después el sospechoso fue encontrado culpable del delito y recibió la condena de diez años de cárcel por homicidio. Cumple la condena en la penitenciaría de Guayaquil.