Todo inició en mayo pasado, cuando las autoridades hallaron el cadáver de un hombre en un suburbio de Bangkok, Tailandia, junto a los documentos del pescador.
La familia fue notificada por la ‘muerte’ de Sacheewa y su madre recibió una compensación por 90.000 baht (unos 3.000 dólares), que incluía una ayuda para los funerales y una pensión. Tras la ‘resucitación’ de Sacheewa, los agentes descubrieron que al hombre le habían robado sus documentos, un hecho que denunció ante la Policía en su momento.
Según los familiares, a la hora de recibir el cadáver, se fijaron en que el cuerpo tenía un diente que le faltaba al pescador. Sin embargo, el personal de la morgue alegó que el cuerpo estaba demasiado descompuesto para ser identificado y que debían retirarlo cuanto antes.