Aquello ocurrió en el barrio Eloy Alfaro, de Jaramijó, la madrugada del jueves, y se le llevaron un televisor y un teléfono convencional.
Los dueños de vivienda se dieron cuenta de lo ocurrido cuando se levantaron a trabajar y notaron que faltaban sus pertenencias y la puerta principal estaba abierta.
Eduardo Mero manifestó que ellos no son las primeras víctimas de este tipo de robos que a veces no superan los mil dólares, “pero para nosotros es bastante porque para comprarlos los sacamos a crédito y tardamos años en pagarlos”, dijo.
En la misma calle hace un mes ocurrió algo parecido, esta vez la familia no estaba en casa y cuando llegaron se les habían llevado una cocina y la lavadora que estaba en el patio.