La modelo californiana Lauren Wasser tenía 24 años cuando en 2012 se contaminó con el síndrome de 'shock tóxico' (TSS), un trastorno causado por una toxina bacteriana en conexión directa con el uso de tampones. La enfermedad llevó a los médicos a amputarle la pierna, tras lo cual la joven demandó a la compañía que fabricaba el producto de higiene íntima.
Cinco años después, a punto de cumplir los 30, la también actriz y activista ha anunciado en una entrevista que "inevitablemente" perderá dentro de poco también la otra pierna.
La modelo estadounidense alberga la esperanza de que su trágica historia no se repita.