Así es como ha logrado dejar el nombre de Santo Domingo en lo alto. 

Este año se estrenó en la Serie B. Lo más  gratificante para él fue pitar un partido que definía el descenso de un equipo, “es una responsabilidad enorme”, comenta. 

“Esta profesión es complicada, por las críticas y agravios por parte de la hinchada, incluso de los dirigentes, pero a uno lo preparan psicológicamente en microciclos para que estas situaciones no afecten emocionalmente, ni el desempeño en mi labor”, expresa Valladares.  

Su sueño es llegar a una Copa del Mundo, tiene en mente la de Qatar 2022. 

INTERNACIONAL. “Jugaba fútbol, pero por mi estatura no pude incursionar profesionalmente”, comenta Karem Barco, de 27 años. 

Sin embargo, esta disciplina no dejó de apasionarla, es por ello que decidió probar suerte en el arbitraje, hace seis años. 

Hoy es asistente en segunda categoría femenina y es juez internacional de futbol sala. 

Fue parte del staff de árbitros de la Copa Libertadores de fútsal femenino, que se desarrolló en Paraguay en este año. 

Además, pitó en la Copa América 2017 en la misma disciplina, en Uruguay. 

Para ella llegar a estas instancias es una satisfacción muy grande, sobre todo tener la denominación de árbitro FIFA. 

Cuando pita se siente la persona más importante de la cancha, “todo es magnífico, el poder conocer otros países e idiomas”, asegura Karem. 

Su anhelo es llegar a un mundial de fútsal y conocer toda Sudamérica.