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Jaime Andrés Palomeque P.
La sagrada familia

El título de este artículo suena a catolicismo, quizás muchos lo han escuchado en la iglesia, aunque el abordaje de este tema por esta ocasión no es religioso.

Martes 19 Diciembre 2017 | 04:00

Pero, ¿por qué la familia es sagrada? Creo que muchos hemos escuchado “la base de la sociedad es la familia”; es que si formamos niños felices vamos a tener adultos felices, si formamos niños responsables entonces tendremos adultos responsables. Y esto se aplica para cada virtud o valor que queramos desarrollar en un ser humano.
¿Por qué más creen que la familia es sagrada? Aunque la unión entre personas del mismo sexo sea legalizado, la familia solo se va a poder crear con la unión de un hombre y una mujer; en términos biológicos, es la unión del óvulo y el espermatozoide, no de dos óvulos o de dos espermatozoides. Hasta en eso la naturaleza es sabia; este es un hecho innegable.
La familia es sagrada porque genera bases para la interacción de los seres humanos, ¿qué significa eso? Cada segundo de tu vida en sociedad es el reflejo de tu vida en familia; como dice mi madre: “como son en la calle, son en su casa”.
En psicología se habla de que la familia es el primer círculo de influencia y eso empieza desde el vientre materno, cuando la madre le habla a su hijo palabras de amor en su periodo de gestación. Los nacimientos son menos dolorosos, los niños reconocen con más facilidad la voz de su madre, aunque no pueda ver su rostro.
El niño crece y empieza a generar modelos de comportamiento basados en su primer círculo de influencia: si ve que papá grita, entonces cada vez que necesite algo lo va a hacer gritando; y es donde el rol de educadores como padres se activa por primera vez, siendo el amor y la paciencia las mejores metodologías de enseñanza.
Nunca voy a olvidar a mi abuela materna, abuelita Pepita; nunca la escuché gritar, siempre se nos acercaba y nos decía las cosas en un tono de voz constante, muy suave, sin atropellar palabras. El reclamo más fuerte era un mirada fija y eso daba a entender lo que ya nos había dicho.
¿Quieres que el mundo cambie? Aprendamos de nuestros hijos la ternura, a apreciar las cosas sencillas.
Seamos guías para que desarrollen con ejemplos la honestidad, constancia, gratitud, paz;  seamos su primer círculo de influencia positiva para que puedan hacer lo mismo con sus hijos y los hijos de sus hijos. 
Recuerda que es una cadena y empieza por ti, sí, por ti, por tu familia.
Dedicado a mis abuelos, padres, mis hermanos, tíos y primos; gracias por ser mi gran círculo de influencia positiva.
 
 
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