Así lo explican profesionales en psicología. 

 

Actitud posesiva. “Tener una pareja no significa que seamos dueños de sus decisiones o que tengamos el derecho de intervenir en las decisiones personales que no nos afectan. En nuestra sociedad existe un error generalizado, y es creer que nuestra pareja es como un objeto con el que podemos hacer lo que se nos viene en gana”, explica Carla Castillo, psicóloga clínica.

La profesional indica que este tipo de actitud posesiva puede llegar a hacer que el otro se canse.

“Dentro de una relación es importante la comunicación, pero hay quienes pasan la línea de eso y empiezan a dejar de respetar el espacio del otro. Eso hace que las cosas pasen de lo normal a la obsesión, porque es lógico que si vivo con alguien le comunique que haré algo si es relevante, pero si como pareja empiezo a llamar insistentemente y a pedir fotos de lo que está haciendo mi pareja, estoy creando una relación tóxica, voy a contaminar la relación”, añade Castillo.

 

Círculo vicioso. Este tipo de acciones puede llegar a promover una ruptura o hacer que tu pareja asuma una actitud similar.

“Se puede llamar karma o comúnmente ‘círculo vicioso’. Ahí hay dos opciones: o reaccionamos y nos damos cuenta de que hemos estado actuando mal, o seguimos el juego, pero la relación lamentablemente se verá más afectada porque esto reflejará falta de seguridad en ambos y las peleas aumentarán”, señala Paúl Álava, psicólogo.

Este profesional considera que la mejor solución en este tipo de situaciones es una terapia de pareja y en caso de terminar la relación, acudir a una terapia individual. “Porque es necesario sanar y estar bien. En caso de terminar la relación, una terapia ayudará a evitar que se cometan los mismos errores una y otra vez”, agrega.