La mañana de ayer, en el centro forense un antropólogo de Medicina Legal que llegó desde Quito, por pedido de la Fiscalía, determinó la identidad del occiso.

 

ESTUDIO. Maricela García, fiscal de personas desaparecidas y quien estuvo al frente de esta investigación, sostuvo que mediante una entrevista por parte de dos familias que creían que las osamentas pertenecían a parientes desaparecidos, se logró obtener resultados.

La Fiscalía tuvo conocimiento de la desaparición de Granja y desde entonces se realizaron varias diligencias investigativas, informó García.

Añadió que luego apareció la familia Miramá, que presumía que los huesos eran de Agustín Miramá, quien había desaparecido en el sector de Tinalandia en mayo del presente año. 

A las 10h00 de ayer, en el centro forense, el antropólogo se entrevistó con las dos familias, quienes dieron detalles de sus parientes. 

“Se realizó un estudio antropológico de las osamentas, como por ejemplo estatura, piezas dentales, ropa, las que fueron concluyentes para la confirmación de que pertenecían a Telmo Granja”, puntualizó la fiscal.

Añadió que el miércoles el antropólogo emitirá el informe final con el que se empezará a realizar el trámite para que se entregue los restos a los Granja. 

 

EL OTRO CASO. De su lado Marco Miramá, hijo de Agustín, sostuvo que cuando encontraron las osamentas tenía la esperanza de que pertenezcan a su padre.

“Es doloroso saber que no es mi papá. Hubo ciertos detalles que arrojaban que no era de él, como la estatura, las piezas dentales, la ropa. Ahora nos toca seguir buscando”, sostuvo.

La fiscal Maricela García puntualizó que se realizará un nuevo pedido al antropólogo para que se realice una entrevista con Miramá y así hacer un cotejamiento con el perfil del desaparecido y con el ADN de 2.846 cadáveres a nivel nacional.