Esta nueva cita, que tiene lugar en la sede de la Cancillería, bajo el auspicio del gobernante dominicano, Danilo Medina, y del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, se produce después de las reuniones celebradas los pasados 1 y 2 de diciembre, en las que se avanzó sobre los seis puntos de la agenda, pero no se alcanzó ningún acuerdo.

   

Conversaciones. Las conversaciones giran sobre un borrador de acuerdo que recoge propuestas de los anfitriones del diálogo y de los países garantes.

El canciller dominicano, Miguel Vargas, afirmó en un comunicado que todo está listo para que las negociaciones culminen “con una solución democrática, pacífica y estable a las divergencias existentes entre el Gobierno y la oposición de ese país”.

A su llegada a la Cancillería, el ministro venezolano de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que “esperamos que en esta oportunidad no nos levantemos ninguna de las partes hasta que logremos un acuerdo que sea satisfactorio para las partes”.

Rodríguez subrayó que la delegación oficialista vino al diálogo “con el mejor de los ánimos. Somos insistentes, tercos, persistentes y creo que vamos hacia un acuerdo definitivo”.

Por su parte, el diputado Luis Florido, uno de los negociadores de la oposición en el diálogo, subrayó en su cuenta de Twitter que “sabemos el suelo que estamos pisando, sabemos que sobre nuestras espaldas recae el peso de Venezuela que clama cambio y la desesperanza ante la crisis. Sabemos que no podemos equivocarnos, estamos obligados a seguir adelante”.

La oposición solicita la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos, un cambio en la composición del Consejo Electoral, la liberación de los encarcelados que consideran “presos políticos” y la restitución de unos poderes constitucioanales de los que fue despojado el Parlamento.