Cerca de la zona se ubica la terminal terrestre de Santo Domingo, el Comando de Policía, y la agencia del Banco Pichincha, lugares a los que todos los días llegan cientos de personas.  

Johan Acosta es un joven comerciante venezolano de 21 años, la crisis que vive su país lo obligó a buscar otras tierras para salir adelante. 

“Migré primero a Colombia, ahí pasé tres años, pero la situación también se puso difícil y decidí venir a Ecuador”, detalla el venezolano. 

Ahora, el joven cuenta con un negocio de chuzos, “llevo cuatro meses en este oficio, me ha ido muy bien”, señala. 

 

El comercio crece. Angie Murillo es propietaria de un local donde se venden accesorios de celulares y sirve como ciber. 

Ella señala que en los tres años que tiene su negocio ha cosechado un buen número de clientes.  

La seguridad en el sitio es uno de los puntos positivos de la zona, según los comerciantes, quienes aseguran que “esto nos ha permitido que nuestros compradores nos visiten sin ningún contratiempo”. 

Jaime Loor es otro de los vendedores del sitio, el hombre indica que el sector es rentable por estar ubicados en una zona donde hay mucho movimiento vehicular. 

“En mi negocio ofrezco de todo un poco: bolones, tostadas, batidos, entre otras cosas”, afirmó Loor. 

Según el comerciante, las ventas suben los fines de semana, días en que los ciudadanos salen de sus hogares a distraerse y a comer algo distinto.