Los legisladores, del movimiento oficialista Alianza PAIS y grupos aliados, ratificaron su apoyo político al presidente de la República, Lenín Moreno, con ese documento.
La solicitud tiene la firma de todos los asambleístas manabitas afines a esa tienda política. Uno de ellos es Carlos Bergmann, quien en días anteriores, consultado por El Diario, respondió que no podía pronunciarse sobre un posible apoyo pues él pertenece a un movimiento aliado de AP (Unidad Primero) y forma parte del bloque porque así está configurado el grupo.
“Decimos sí a la consulta popular y el derecho del pueblo ecuatoriano a pronunciarse las veces que sean necesarias en los temas trascendentales para el país”, aseguró Serrano al entregar el documento.
Explicó que ese pronunciamiento también apoya el cumplimiento del plan de Gobierno que triunfó en las urnas con el apoyo del pueblo ecuatoriano.
Reiteró el llamado a la unidad del movimiento político en torno a los grandes objetivos “que deben cohesionarse en base a acuerdos y no a título personal”.
REUNIÓN. Ayer, en un acto celebrado en el Palacio de Carondelet, el presidente Lenín Moreno también recibió un manifiesto de los exasambleístas que participaron en la redacción de la actual Constitución de Montecristi (2008) en el que respaldan la consulta popular que está prevista para principios del 2018.
El presidente recordó que cuando se planteó enmendar la actual Constitución para posibilitar que un líder fuera reelegido indefinidamente se opuso.
“Yo dije: No creo en las reelecciones indefinidas, creo en la promoción de valores nuevos, creo en respetar a la militancia y una forma de respetar a la militancia es no considerarse enviado de Dios”, aseveró al referirse a su antecesor y correligionario, Rafael Correa.
Sin mencionar explícitamente su nombre, Moreno prosiguió su discurso aludiendo a Correa como “aquella persona ‘alelada’ que pensaba que era el único que estaba destinado a mandar” y recalcó que por esa razón la Constitución originariamente “reza, con toda claridad la alternabilidad, no reelecciones indefinidas”.
Y defendió que la de Montecristi “fue profética” porque intentó impedir que algún dirigente se perpetuara en el poder.