A las 20h00 del martes en la casa de Santiago, ubicada cerca de la Terminal Terrestre, fue celebrada la eucaristía, en la que participaron sus familiares y amigos.
Sarmiento era un locutor reconocido en Santo Domingo. Él también colaboraba con actividades coordinadas por el Patronato Provincial. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas permanecen en su vivienda.