Él perdió la pierna izquierda el 29 de julio del 2014 cuando conducía un tanquero de agua para la obra de la Refinería del Pacífico, ubicada en El Aromo. Se durmió mientras conducía, lo que provocó que el vehículo se volcara y le destrozara la pierna. “Esto ocurrió un domingo en la noche. Yo le ayudaba a un tío a transportar el agua”, dijo.
Inicialmente le tocó usar muletas porque tenía que seguir su carrera universitaria de Marketing, que recién empezaba en el 2014 y que está por concluir. Luego consiguió una prótesis que no era muy cómoda, por eso buscó el apoyo en el Patronato Municipal de Manta.
“Estoy feliz porque ahora tengo una prótesis que se adapta perfectamente a mi pierna, sobre todo porque la manejo sin molestia alguna”, indicó.
Denis ayer estaba en Quito recibiendo los ajustes de la prótesis a su pierna izquierda. Mañana retornará junto con los otros beneficiarios que viajaron el lunes para ser atendidos por la fundación, que es la que entrega las prótesis con base en el requerimiento que hace el Patronato de Manta.
Juan David, de 11 años, fue uno de los primeros beneficiarios con las prótesis. A finales de mayo dejó las muletas. Los familiares del menor cuentan que ya juega indor fútbol en su escuela. Antes solo miraba en la televisión.
Él nació sin la mitad de la pierna derecha.
Servicio. Jimmy Asanza, director médico del Patronato, informó que van tres entregas de prótesis femorales y tibiales.
Se han entregado 41 de forma gratuita.
Indicó que las últimas 16 prótesis se están adaptando a los beneficiarios, en Quito, con el objetivo de que el uso sea inmediato y no en un mes.
Señaló que dos terapeutas del Patronato están acompañando el proceso de adaptación para seguirlo en la ciudad.
La mayoría de los beneficiarios perdió sus extremidades en el terremoto del 2016. A partir de agosto la Fundación Hermano Miguel atenderá en Manta para futuros beneficiarios.
Una prótesis cuesta de seis a ocho mil dólares, dependiendo la medida.