La barredora mecánica que compró el municipio no es usada por fallas en la calibración, informó la Dirección de Higiene.
El caso fue tratado el lunes en sesión de concejo municipal, luego de que el edil Pedro Loaiza denunciara el caso.
La barredora fue adquirida a mediados del 2016 en 300 mil dólares, pero no llegó hasta marzo, porque su capacidad de operación de 3 metros cúbicos debió ser ampliada a ocho metros, explicó Renato Medranda, director de Higiene.
Este equipo no ha respondido al trabajo de prueba, por eso, en dos ocasiones fue llevada a Quito por la empresa proveedora Galarmobil para ser calibrada ya que detectaron que no cumplía con la necesidad de barrer y aspirar, dijo.
Explicó que las partículas de polvo son muy espesas, a lo mejor por efecto del terremoto y las lluvias, lo que impide la absorción a la máquina. Se ha solicitado una mejor capacitación para los operadores del equipo.
Proveedor. Abel Espinoza, representante de Galarmobil, señaló que la máquina no está dañada, sino que ha tenido un mal uso. Agregó que van a ponerla a prueba en varias vías. También capacitarán a los operarios para el manejo y mantenimiento del equipo antes y después del barrido.