"Tengo la esperanza, casi absoluta certeza, de que tendremos éxito en la Cámara de Diputados", manifestó el mandatario, a quien la Fiscalía denunció la semana pasada por el citado cargo, que solo será aceptado tras el aval de ese órgano legislativo y de la Corte Suprema.

La Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados iniciará desde este martes el trámite para determinar si procede la denuncia con objeto de remitirla posteriormente al pleno de esa cámara.

Para la denuncia ser aceptada tendrá que ser aprobada por al menos dos tercios, que representan 342 votos, del pleno de la Cámara Baja, órgano donde Temer conserva, por el momento, una amplia mayoría.

"Estaré muy pendiente de aquello que la Cámara decida. Hay 363 (diputados) indecisos, que son aquellos que darán su voto en el último momento", apuntó el jefe de Estado durante la entrevista.

En caso de que los diputados autoricen la denuncia, la Corte Suprema analizaría el tema en su pleno y, de secundar la decisión de la Cámara Baja, Temer sería suspendido de sus funciones durante un plazo de 180 días.

En ese supuesto, su vacante sería cubierta en forma interina por el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia.

El gobernante brasileño reiteró sus críticas a la denuncia, fundamentada en las revelaciones a la Justicia de varios ejecutivos del grupo JBS, al afirmar que es "frágil e inconsistente".

También apuntó que está "animadísimo" y que "esas cosas", en referencia a las noticias publicadas en medios locales que afirman sobre su bajo estado de ánimo, le "revitalizan".

En un acuerdo de cooperación judicial, ejecutivos del grupo JBS acusaron a Temer de recibir sobornos desde 2010 -también durante su mandato- y aportaron una explosiva grabación en la que el gobernante escucha en silencio y hasta consiente posibles delitos.

Sin embargo, para el presidente, "cuando la Cámara (Baja) tome conocimiento técnico de la defensa, que será una mera explicación (...) verá que la votación necesaria para procesar la denuncia no se dará".

"De eso tengo casi absoluta certeza", completó.

La denuncia integra una amplia investigación abierta en el Supremo en contra del jefe de Estado por los posibles delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la Justicia y asociación ilícita, aunque la Fiscalía todavía no se ha pronunciado por los dos últimos.

Temer se convirtió con la denuncia en el primer mandatario en la historia del país en ser acusado por la Fiscalía, en pleno ejercicio del poder, por un delito penal.

A raíz del escándalo, destapado en mayo pasado, Temer ha perdido el apoyo de varios partidos minoritarios con representación parlamentaria y ha visto retrasado el trámite de importantes reformas económicas, como la laboral y la del sistema de pensiones.

Sin embargo, el mandatario señaló de nuevo que "Brasil no para" y aseguró que el Ejecutivo que preside está "seguro" de lo que hace "no solo en el plano gubernamental, también en el ético y el moral". EFE