Un tatuaje delató a José M., quien recibió una sentencia de 22 años de prisión.
Un testigo no vio su rostro, pero logró reconocerlo como autor de un asesinato al observar el tatuaje de un escorpión que tenía en la mano izquierda.
Esa marca se convirtió en la clave de una investigación para resolver el crimen de Washington Mendoza, quien fue asesinado el martes 22 de noviembre del 2016, en el barrio Los Ángeles.
El fiscal César Suárez Pilay informó que por el tatuaje lograron dar con el paradero del procesado, y la semana pasada fue sentenciado en un juicio que duró 13 horas en el Palacio de Justicia. La condena la cumple en una cárcel de máxima seguridad en la ciudad de Guayaquil.
Suárez explicó que la muerte de Mendoza se registró durante una balacera, cuando varios hombres pretendían asesinar a otra persona por un problema de droga.
>OTROS IMPLICADOS. Mendoza fue una víctima inocente. Había llegado a su hogar en una camioneta que usaba para vender agua en bidón, y al comenzar la balacera salió a la calle a tratar de proteger a su hija. “En ese momento fue alcanzado por una bala y murió camino al hospital”, agregó el fiscal.
Él explicó que un testigo vio cuando el criminal iba en un carro y desde la ventana sacó sus manos para disparar y en ese momento se percató del tatuaje. “Con esa pista iniciamos la investigación, el testigo rindió su versión y al final el procesado fue delatado por su tatuaje cuando mostró las palmas de las manos para decir que era inocente”, reveló el fiscal. El tatuaje tiene forma de escorpión, surge desde el brazo y termina en el dorso de la mano izquierda.
En la Fiscalía se informó que existen otras siete personas implicadas en la muerte de Mendoza, pero están prófugas. Los involucrados tienen auto de llamamiento a juicio por el delito de asesinato y todos están con boleta de captura. Entre los prófugos hay algunos con antecedentes penales.