Antes de la operación, uno de los médicos le pidió que diga la alineación de Delfín. No llegó a decir los defensas cuando ya estaba dormido. Le abrieron el pecho para extraerle el pulmón, y luego de la operación estuvo en cuidados intensivos al borde de la muerte. Se salvó, y la voz de “Sosó” Moreira sobrevivió para narrar, 21 años después, la historia más importante del deporte manabita. 

Sucedió el domingo, cuando Delfín ganó 4-1 a Liga de Quito, con lo que se clasificó a la Copa Libertadores y a la final del torneo nacional, un hecho sin igual en Manta y en Manabí. Por eso “Sosó”, que ha narrado cientos de partidos desde que el fútbol manabita era amateur, lloró tras el pitazo final. Lo hace porque ha sobrevivido con un solo pulmón para ser parte de la historia. “Me emocioné hasta las lágrimas porque recordé muchas cosas”, dijo ayer.

El partido. Héctor “Sosó” Moreira es el narrador deportivo con más edad en Manabí. Narra desde los 21 años, es decir que tiene 51 años en el oficio. Cuando empezó a relatar, Delfín no existía. El fútbol en la provincia era amateur. América de Manta mandaba en los torneos, los graderíos del Jocay eran de madera y tenía el nombre de Modelo, y “Sosó” aprendía el oficio de narrar. Acumuló años cubriendo a los distintos equipos de Manta, pero tuvieron que pasar 51 años para poder narrar un partido histórico. Ese día desahogó la frustración acumulada en tantos partidos tristes que le tocó relatar de equipos manabitas.

Ahora, dice, le ruega a Dios que le dé más vida para cumplir un sueño suspendido por cinco décadas: narrar un partido de un equipo manabita en una competencia internacional. Si Dios le da vida, afirma, Delfín le habrá permitido cumplir, a sus 72 años, el sueño de toda su vida.