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Documentos
El 16-A los dejó sin documentos

Han pasado 15 meses y a estas alturas Luis Pico debe haber renovado todos sus documentos, pero si aún le interesa, su billetera acaba de aparecer.

Domingo 02 Julio 2017 | 04:00

Los papeles fueron encontrados en el mercado de Playita Mía dos días después del terremoto del 16 de abril del año pasado. 

Durante estos 15 meses fueron guardados por un ciudadano que, asegura, no sabía adónde acudir  para devolverlos.
Lo más probable es que  Luis Pico ya tenga una nueva cédula, otra licencia y un nuevo certificado militar.
Debe haber ingresado a la universidad luego de rendir la prueba por la que le dieron un carné que llevaba en la billetera que perdió.   
Luis Pico, ahora de 20 años, acababa de cumplir 19 el 13 de enero del 2016, cuando dos meses después tembló la tierra y toda su identidad quedó tirada en un pasillo del mercado de mariscos.  
Según el Registro Civil de Manabí, 5.232 cédulas fueron entregadas a ciudadanos que perdieron el documento durante el terremoto. 
Aquello se realizó a través de un acuerdo entre el Registro Civil  y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La cedulación se ejecutó en brigadas dentro de albergues y en las zonas afectadas.
Para aquello no fue necesario denunciar la pérdida. 
En la Comisaría de Policía de Manta se informó que desde el 2013 las denuncias por pérdida de documentos ya no se realizan en esta dependencia sino directamente en la página www.funcionjudicial.gob.ec. 
Mientras tanto, quienes perdieron sus licencias tuvieron que acceder al trámite de duplicado de licencia que se realiza en la oficina de la Agencia Nacional de Tránsito ubicada en Los Esteros. 
En el lugar se informó que un promedio de cuatro a cinco duplicados de licencia fueron entregados diariamente luego del sismo. 
 
>escrituras. Pero estos no fueron los únicos documentos que se extraviaron bajo los escombros. 
Solo en Manta, dos mil viviendas fueron destruidas luego del sismo, y debajo de ellas quedaron escrituras de terrenos y decenas de trámites.  
En el Registro de la Propiedad se indicó que meses después del 16-A los certificados de solvencia fueron los documentos más solicitados. Al menos tres o cuatro por mes.  
Se trata de un papel con el que se demuestra quiénes han sido y son los dueños actuales de un terreno. 
Este es el primer paso para  obtener  una escritura o renovarla.  
Los principales   solicitantes de este documento fueron quienes perdieron sus escrituras.  
Ángela Anchundia, por ejemplo, perdió el 16-A todos sus documentos, entre ellos: escritura, cédula y certificado de votación.  
Ahora ya los ha renovado, pero asegura que no fue fácil. “Durante casi seis meses estuve de trámite en trámite, porque además tengo una hija con discapacidad a la que también se le perdieron los papeles”, señala. 
La hija de Ángela tiene discapacidad causada por una enfermedad, el lupus (dolencia que afecta el sistema inmunitario y ataca a las células y tejidos sanos). “Usted sabe que todo se hace con papeles y me tocó volver a sacarlos”, señala. 
Margarita Santana también se quedó sin documentos luego del terremoto. 
Ella tenía una casa en  la parroquia Tarqui, pero esta fue destruida por el sismo. 
Adentro, en uno de los cuartos, guardaba la escritura del terreno y los documentos que había reunido para hacer un préstamo en el banco. 
“Tuve que empezar de cero, no pude sacar nada porque mi casa era de tres pisos y enseguida le metieron máquina para rescatar dos cadáveres, familiares míos que estaban allí”, explica. 
Margarita dice que lo peor de todo era que días después del terremoto se requería  la cédula para acceder a la ayuda del Gobierno, pero ella no la tenía. “A los pocos días entendieron que mi caso no era el único y nos ayudaron sin tener el documento”, indica. 
 
>jubilación por discapacidad. En el negocio de Paulo Alvia, en los días posteriores al terremoto, los principales clientes eran personas que seguían un trámite de jubilación por discapacidad en el IESS y cuyos documentos se perdieron en las oficinas del Seguro Social en Portoviejo, destruidas por el sismo. 
Paulo tiene un cyber a una cuadra de la delegación del IESS en Manta. 
Allí brinda asesoría en trámites por internet vinculados al Seguro Social.
Él cuenta que decenas de trámites quedaron estancados durante meses debido a la caída del edificio. 
“Aquí llegaba la gente a pedir que ingresáramos nuevamente las solicitudes, empezaban de cero. Algunos con un poco más fe, decían que iban a esperar que los documentos aparezcan”, indica.  
Por esos días también llegaron al negocio de Paulo afiliados que requerían un préstamo y otros que solicitaban el fondo de cesantía o el seguro de desempleo. 
José Alvia, por ejemplo, llevaba a cabo un proceso de jubilación por discapacidad meses antes de que ocurriera el terremoto. 
Todos sus documentos quedaron bajo los escombros de la casa de su hermana. 
Tuvieron que pasar tres meses para obtenerlos nuevamente.  
José abandonó el trámite durante varios meses, pero lo retomó a inicios  del año. Actualmente continúa con el papeleo. 
Él fue operado del corazón y no puede esforzarse mucho. Este medio intentó el viernes obtener la versión de la dirección provincial del Seguro Social sobre la reactivación de los trámites luego del terremoto, pero se indicó que todos los directivos estaban  fuera de la ciudad. Se hallaban en un evento en Bahía de Caráquez. 
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