Este mal está enraizado en nuestro país, y casi todos los funcionarios quieren hacer dinero fácil a través del soborno. A diario hay casos, pero no hay sanciones. La impunidad les da luz verde. El caso Odebrecht por primera vez muestra realmente qué clase de funcionarios tenemos. Ministros y familiares de políticos recibiendo millones de dólares de sobornos por aprobar contratos. ¿Qué tenemos que leer en este caso?: que seguramente en todos los contratos pasa lo mismo.

Pero, claro está que los otros contratistas no van a decir cuánto les dieron a esos funcionarios corruptos, pues esas empresas también son corruptas al aceptar dar dinero para que les adjudiquen un contrato. En este país hay gente honesta, y hay que rescatarla para tener la oportunidad de ir de a poco luchando efectivamente contra la corrupción.

Si no hay un cambio de mentalidad y de funcionarios corruptos, seguiremos igual.