Colillas de cigarrillo, papeles de envoltura y fósforos son solo algunos de los rastros que dejan los consumidores de drogas en el parque del barrio Lazareto.
Ramón Chóez vive en el sector y por temor no deja que sus hijos visiten este parque. De hecho, casi nadie acude y por eso los columpios están alzados sobre su base, dice.
Cuando los vecinos observan a los consumidores suelen llamar a la Policía. Estos les hacen requisas y les piden abandonar el lugar, pero una vez que los gendarmes se van los consumidores vuelven a llegar, dijo Chóez. Es que, según la Policía, el consumo de drogas es un problema de salud pública y lo único que pueden hacer es pedirle que se retiren del lugar ya que están protegidos por la Constitución y no se los puede criminalizar.
Sin embargo, la Policía ha registrado casos de expendio de droga cerca a estos lugares y muchos de los detenidos han sido procesados por el delito de microtráfico. Chóez manifestó que no solo el parque es usado para consumir marihuana y base de cocaína, sino también otros lugares en los alrededores. Por ejemplo, la cancha deportiva del barrio tampoco está exenta de la droga ya que finalizado los encuentros los proveedores llegan hacer su entrega y en el mismo lugar se consume.
Carlos Benítez cree que anteriormente los consumidores trataban que nadie supiera que eran adictos, pero en la actualidad a muchos de ellos no les importa y lo hacen en espacios públicos.
Henry López, director (e) de Seguridad Ciudadana municipal, manifestó que la semana pasada la secretaria técnica de drogas, Lady Zúñiga, entregó a la ciudad una ordenanza de espacios públicos para luchar contra el consumo de drogas.
“Esperamos que una vez que se apruebe la ordenanza nos dote mayor injerencia y control de todos los espacios”, dijo López.
Estadística. El 16% de jóvenes menores de 18 años de Manta indica que ha usado algún tipo de drogas, sea este alcohol, cigarrillo, marihuana, cocaína y otros tipos de sustancias, según datos de la Secretaría Técnica de Drogas.
Contra este problema la Policía también pone su parte.
El mes pasado se detuvo a ocho personas por el delito de microtráfico en sectores como La Pradera, María Auxiliadora, parroquia Eloy Alfaro, Montecristi y Jaramijó. Además se realizan controles en los exteriores de los colegios para ahuyentar a los expendedores