“Estrenará su peluca ahora que va a clases y ya no será objeto de bullying de ciertos compañeros”, relató Maricela A. , madre de la menor. 

Lolita ha tenido una vida difícil desde que era apenas una bebé. Un accidente le causó quemaduras en el 52 por ciento de su cuerpo, desde entonces ha tenido que someterse a tres  cirugías.

La última fue hace un mes. Para hacerla tuvieron que raparle todo el cabello. Su mamá también lo hizo para apoyarla.

Suceso. Cuando Lolita tenía siete meses de nacida le cayó una olla de agua caliente. Maricela recuerda que había llevado el recipiente a la habitación y lo puso sobre la cama. “En lo que iba a sacar a la bebé de una hamaca que estaba sobre nuestra recámara recordé que tenía algo en la cocina, fui y en cuestión de segundos escuche el grito desconsolador. Creo que al escuchar mis pasos manoteó sus manos y viró la olla. El líquido quemó su cara, cabellera, hombro y mano”, relató la madre.

Enseguida acudió al hospital de Quevedo y le dieron el traslado de emergencia a Guayaquil. 

Desde allí empezó la lucha constante de estas dos mujeres. “No le daban esperanza de vida, pero nos aferramos y luchamos. Hace un mes se sometió a la tercera cirugía y poco a poco va evolucionando”, dijo Maricela.

A las dos  semanas de la operación, Ana Álava, mejor amiga de Maricela, se puso en contacto con  miembros del grupo de ayuda.   “Una tarde nos reunimos, le llevaron una peluca para que se la probara, pero al ver la emoción de Lolita y lo bien que le lucía se quedó con su nueva cabellera”, comentó la feliz madre. Carlos Meneses, presidente del grupo, explicó que de 30 pelucas ya entregaron 18.