A su vez, la presa regulaba crecientes  en años lluviosos para mitigar las inundaciones de Chone y sus alrededores, con un canal hasta San Antonio; y se mantenía existente agua suficiente para estabilizar la potabilización en mayor cantidad para Chone y sus alrededores. A su vez, se incluye en el proyecto el uso del agua para potabilizar y dar riego aproximadamente a 3.000 ha, en cultivos que ayuden a la economía de los habitantes de toda la zona comprometida; y se contrató con una empresa china el proyecto en 51 millones de dólares. 

La empresa contratante no respondió técnicamente a sus obligaciones, se le rescindió el contrato y sin una estricta acción de evaluación se recontrató con una compañía nacional con mucha experiencia en obras viales. 

Así avanzó el proyecto al que lógicamente se le debía añadir fases complementarias como vías de accesos, reasentamientos humanos, obras eléctricas, reubicación de cementerios, que resultaban indispensables; y luego se anuncia la terminación de la construcción de la presa que en realidad nunca se ha llenado totalmente el vaso y se ha mantenido su capacidad entre un 60 a 70%. 

Por lo tanto, recalcamos, la conclusión del proyecto será cuando se terminen los segmentos de unión y servicio de la actual planta de agua potable con la nueva que se debe construir; y que se cumpla con la zona bajo riego de cultivos que mantendrían labores agrícolas de producción agroalimentaria dando trabajo indispensable a los pobladores que tuvieron que vender sus predios para la instalación de la represa. 

Todo esto se produce en la zona influenciada de una obra de esta envergadura, pero dejando constancia que estamos frente a un proyecto que tiene que ser cumplido en toda su dimensión original, auditado en todas sus fases, en su costo hasta ahora pagado, que debe ser ampliamente conocido; y seguirse trabajando hasta que se concrete todos los segmentos diseñados y clarificados en sus costos, que ahora se expresa llegarían a 165 millones de dólares. Esperamos que estas cifras se reviertan en una nueva era de avance socioeconómico para un importante sector de Manabí, que redunde a su vez en bienestar de la provincia y del país en días cercanos en que Chone cumple 123 años de su cantonización. 

Entendemos que tiene que haber un período de nueva planificación para que se cumpla con todo el original emprendimiento que la ciudadanía espera.