El pequeño vive en la comunidad Las Peñas de Rocafuerte y su madre tiene discapacidad visual, por lo que lo encadenaba para que no se escapara a drogarse.
Familiares cuentan que su actitud y agresividad han empeorado.
“Ya no se lo puede controlar”, agrega la abuela.
Ella recuerda el mal estado en el que llega el adolescente cuando se escapa. La última vez se perdió siete días y regresó el miércoles pasado.
Ella teme por la vida de su nieto, porque para conseguir sustancias prohibidas sustrae cosas que no son de su pertenencia.
“Estando encadenado se fue, dañó el candado”, manifiesta la abuela.
Familiares indican que no lo quieren volver a encadenar, es por eso que piden ayuda a autoridades para tratar su caso.
Respuesta. José Vicente Beltrón, miembro de la Junta Cantonal de Protección de Derechos municipal, indica que se han tomado medidas para tratar el caso de este menor de edad.
“Como medida se solicitó la intervención del equipo técnico para que realice una investigación psicosocial al entorno familiar del adolescente”, explica.
El funcionario agrega que también se solicitó al Ministerio de Salud que realice una valoración y que de ser posible sea ingresado al Centro especializado en el tratamiento a personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas (CETAD) .
Indica que hicieron un pedido al MIES para que sea internado en una casa de acogida, recibiendo como respuesta que Josué tiene que cumplir con requisitos como de desintoxicación.