En el 2015, 830 menores fueron parte de un proceso para determinar su situación de vulnerabilidad en el cantón.

Estas son las cifras oficiales del Consejo Cantonal de Protección de Derechos (CCPD); sin embargo, datos nacionales revelan que solo el 5 por ciento de los maltratos contra infantes son denunciados.

Anahí, tiene seis años y una larga historia de maltrato y abandono. Es hija de una trabajadora sexual y tiene tres hermanos. Todos menores que ella.

Vivió con su madre hasta los tres años, cuando llegó hasta la sala de emergencia de un hospital golpeada y tras sanarse fue transferida a una casa hogar.

“Mi mamá me pegaba, me dejaba con mis hermanos en la casa de noche, llegaba al otro día y me pegaba mucho”, cuenta.

Sus “padres adoptivos” dicen que su madre biológica la fue a buscar y consiguió que ella vuelva a su casa, pero el maltrato siguió y luego ella fue abandonada en casa de una vecina.

Desde hace un mes vive con otra familia. 

UN ESTUDIO. La universidad Católica, sede Santo Domingo, en coordinación con el  CCPD realizó un diagnóstico de investigación sobre violencia infantil, con la participación de los alumnos de la institución educativa, donde se encuestaron a 500 niños y adolescentes de 9 a 13 años de 19 sectores de la ciudad.

El 42 por ciento dice haber recibido golpes de parte de sus padres; 6 de 10 niños manifiestan no ser bien tratados por los maestros, de 3 a 10 reciben maltratos por parte de sus compañeros, mientras que 2 de cada 10 menores aceptaron haber sido quemados con agua caliente, una plancha o cigarrillo.

 

Por parientes. Nalda Bustamante, secretaria ejecutiva de la entidad, señala que uno de los problemas que da inicio al maltrato es que “los adultos seguimos negando la palabra y el espacio a los niños”.

De hecho, las denuncias presentadas en la entidad son realizadas por parientes cercanos al núcleo familiar, por profesores, por uno de los padres en contra del otro (cuando hay divorcio) y por médicos en los casos en los que los menores han llegado hasta una casa de salud por la gravedad de las heridas.

El 80 por ciento de las denuncias contra las niñas es de carácter sexual, mientras que la mayoría de menores son víctimas del maltrato físico.

Los pequeños que son maltratados, según las sentencias de los jueces, pueden ir a casas de acogimiento, el agresor puede ser obligado a salir de la vivienda y el niño puede tener una orden de alejamiento.

En los casos en donde el menor esté incapacitado durante más de tres días, el maltratador es procesado por un delito por la Fiscalía.