La estudiante consideró que las tres horas que les dieron para resolver las 120 preguntas no fueron suficientes, a pesar de que se preparó en el simulador del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) dos semanas antes.

“Estoy estudiando porque quiero mi título, pero creo que el puntaje que me saqué tal vez no me da para ir a la universidad”, comentó con tristeza.

Su amiga Wendy Mina dijo que la prueba se le complicó porque se acogieron al “Bachillerato Intensivo”, en el que estudiaron durante diez meses, ya que ellas son mayores de edad.

“Una había tenido años sin estudiar”, comentó, asegurando que respondió todas las preguntas, pero no acertó en todas.

“Mi objetivo era ingresar a la universidad, pero estoy aquí decepcionada porque creo que no lo voy a lograr”, afirmó Wendy, quien aspira a ser abogada.

Ellas fueron parte del primer grupo que ayer dio las pruebas en las aulas de la unidad educativa del milenio Olmedo.

Proceso. María Beatriz Santos, coordinadora zonal 4 del ministerio de Educación, explicó que dentro del segundo proceso se encuentran grupos escolares (que están por graduarse) y no escolares (ya graduados). En Manabí unos 11 mil estudiantes son los que rendirán las pruebas hasta el lunes.

De ese número, 450 son escolares que han estado dentro del programa de bachillerato intensivo, además un grupo de rezagados, más las personas que ya son bachilleres y se inscribieron para poder ingresar a la universidad, indicó.

Las pruebas iniciaron el pasado 15 y 16 de junio para las personas con discapacidad, mientras que el proceso para los escolares será hasta este domingo, y el lunes rendirán las pruebas aquellos que tengan algún tipo de discapacidad auditiva o visual, agregó.

Ante la supuesta filtración de las preguntas que se suscitó en las pruebas de marzo pasado, Santos afirmó que el proceso que se lleva es “transparente”.