Ahí, el exfuncionario conoció sobre los proyectos que tiene el cabildo.
Señaló que lo hizo en el marco de una asesoría para la empresa en la que él trabaja y dio detalles sobre lo que pudo observar sobre estos planes y de las vías que tiene el municipio para conseguir financiamiento para futuros proyectos.
Usted tuvo un acercamiento con el Municipio de Portoviejo ¿Qué trató en ese encuentro?
Tuve una reunión con el alcalde de Portoviejo y su equipo de planificación y debo decir que salí impresionado de la forma técnica y responsable de cómo se está diseñando la planificación del cantón para los próximos años.
Hay una serie de proyectos en carpeta que, según me dijo el alcalde, ascienden como a $300 millones que necesitan financiamiento. En los próximos días nos vamos a reunir con el equipo del municipio nuevamente para conocer más cifras.
¿Cuál es la vía para obtener financiamiento para estos proyectos?
Lo importante es tener el proyecto, la ingeniería, sustentabilidad ambiental, permisos en orden y luego se determina el costo.
Ese proyecto debe tener una fuente de repago, que puede ser parte de las rentas del municipio o una tasa de mejoras. Y lo que básicamente se hace es empaquetar ese proyecto dentro de un fideicomiso por el cual el Banco Central del Ecuador lo que hace es directamente asignar las rentas al fideicomiso para pagar el crédito que se ha contratado. Ese es el mecanismo.
Si un organismo de crédito está interesado en financiar el proyecto, lo primero que va a pedir es la factibilidad financiera.
El Ministerio de Finanzas debe de revisar que los municipios cumplan con el tope que tienen de endeudamiento sobre los ingresos.
¿Hay experiencias de este tipo de procedimientos en municipios pequeños?
Lastimosamente solo en los grandes. Por ejemplo, un caso reciente el financiamiento del puente sobre el río Daule en Samborondón, que está construyendo el municipio de Samborondón en mancomunidad con el de Guayaquil.
¿Qué otra cosa se puede hacer para impulsar a la ciudad?
La coyuntura por la cual está pasando Portoviejo es bien interesante.
Lastimosamente nacida de una tragedia como lo fue el terremoto, pero hoy se presenta la gran oportunidad de construir el Portoviejo del futuro y están dadas las condiciones y hay un gran compromiso de la ciudad, sectores productivos y academia.
Cuando era ministro usted fue uno de los artífices para facilitar recursos que estuvieron trabados para la construcción de la universidad San Gregorio de Portoviejo ¿qué siente ahora que fue invitado a dar una charla?
Se ve una gran satisfacción de ver que ese terreno baldío está convertido en un campo de conocimiento. Lo que me preocupa es que hay una limitante en el crecimiento de la universidad que no recibe rentas del Estado, pero que los terrenos en donde está asentada están en comodato, y por lo tanto, ese comodato no le permite operar financieramente con los activos que tiene para seguir ampliando su campus. Por eso quisiera hacer un llamado al Municipio de Portoviejo, para que municipio-universidad logren un acuerdo para que en definitiva pueda tener la propiedad de esos terrenos y pueda utilizar la ampliación.