"Varias compañías petroleras, financieras y de telecomunicaciones en Rusia y Ucrania han sido atacadas por el virus de cibersecuestro de datos Petya", según un comunicado de Group-IB.
"Petya" es "un virus similar a WannaCry, que bloquea los ordenadores y exige el pago de 300 dólares en bitcoines", agrega la nota de Group-IB.
En mayo pasado, el WannaCry afectó empresas de todo el mundo y a instituciones de varios países, como ocurrió con el sistema de sanidad británico (NHS).
En Rusia, entre las víctimas del ataque está el gigante petrolero Rosneft, uno de los primeros en denunciar la incursión de los piratas informáticos en sus servidores.
"El ataque pudo llevar a serias consecuencias, pero gracias a que la compañía recurrió a un sistema de dirección de reserva, la producción del crudo continuó" con normalidad, explicó un portavoz de la petrolera a medios rusos.
La naviera danesa Maersk también ha sido víctima de este ciberataque y confirmó en un mensaje en Twitter que sus sistemas "se cayeron en múltiples sitios y en unidades de negocio debido al ciberataque".
El Banco Central de Rusia informó de que varias entidades financieras de este país fueron atacadas por un virus informático, pero aseguró al mismo tiempo que el incidente no afectó al funcionamiento normal de los bancos ni a sus clientes.
Ucrania ha sido el país más perjudicado por el ataque, que afectó al metro de Kiev, a la compañía estatal de electricidad "Ukrenergo", al principal operador de telefonía fija "Ukrtelecom" y a varios operadores de telefonía móvil, entre otras muchas empresas.
El ministerio de Interior de Ucrania no tardó en culpar a Moscú del ataque informático, pese a que entre los afectados hay varias empresas estatales rusas.
"No hay ninguna duda de que Rusia está detrás de todo esto, porque a día de hoy así es como se hace la guerra híbrida", dijo a una televisión local Zorián Shkiriak, consejero del ministro de Interior ucraniano, Arsén Avákov.
El ciberataque mundial de mayo pasado afectó a más de 200.000 usuarios en 150 países. EFE