Se trata de un juego mecánico que desde hace 15 años se ha convertido en su única fuente de ingresos.

La mujer y otras 30 personas forman parte de la feria “Chilachi To”, que congrega, además, a comerciantes de ropa y comida, y que se ubica en la calle Bruselas.

Según Rosa, este año la acogida ha sido poca y aquello le preocupa, pues tiene que recuperar una inversión de 10 mil dólares que realizó para adecuar al “dragón”.

Para Clara Cevallos, ciudadana, los juegos mecánicos no son muy visitados por los altos costos que ofrecen. 

Clara visitó ayer el parque de diversiones junto a sus dos hijos.

 

Lo mismo. Milton Ventimilla, propietario de una rueda moscovita, dijo que el precio de cada juego se ha mantenido durante tres años.

Según él, la poca acogida se debe a la supuesta crisis económica que atraviesa el país.

“La gente solo viene a mirar, nada más”, refiere el hombre, quien lleva 20 años dedicado a esta actividad.

Milton afirmó que la buena atención en la feria está garantizada.

Beatriz Almada, propietaria de un gusanito y los carros chocones, se muestra positiva y espera que en esta semana los santodomingueños disfruten de la adrenalina que los juegos mecánicos ofrecen.