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¡Qué dolor!

La foto de Carlos acostado en la camilla de una clínica fue compartida más de 20 mil veces en la red social Facebook.

Domingo 25 Junio 2017 | 04:00

El objetivo era encontrar a los familiares del menor de tres años, quien sobrevivió al accidente de tránsito ocurrido la mañana del viernes, en el kilómetro 33 de la vía Santo Domingo-Quevedo. Un bus de la cooperativa Zaracay, que viajaba a Guayaquil, y un carro Tucson, que iba con dirección a Santo Domingo, chocaron.  

La iniciativa dio resultados.  Carlos C., padre del pequeño, supo que su hijo estaba herido cuando vio una foto de él en el Facebook. 
“Cuando salía del trabajo se me activó una red (wifi), abrí el Facebook y me encontré con la foto de mi hijo en una clínica en Santo Domingo, a tres horas de donde yo trabajo (Quito)”, recalcó el hombre, quien llegó a tierra tsáchila el viernes en la noche, 14 horas después de la tragedia.     
Pero la historia de Carlos no termina allí. 
El menor era hijo de Stefanía Flores, de 21 años, una de las cinco personas fallecidas en el accidente. 
Carlos, quien luego de la tragedia quedó junto a su madre, fue rescatado por uno de los pasajeros de la Zaracay y llevado a la clínica Santa Anita.   
Stefanía murió cuando era trasladada a una casa de salud. 
El viaje. El niño se encuentra fuera de peligro, pero continúa hospitalizado. 
Sus familiares indicaron que Stefanía llegó la madrugada del viernes desde Guayaquil hasta la terminal de Quito, donde la esperaba su madre para entregarle al menor.
Luego la joven tomó el bus de la Zaracay y emprendió su regreso a Guayaquil. 
En el kilómetro 33 de la vía Santo Domingo-Quevedo un fatal accidente la separó de su pequeño.
Ayer en la tarde los restos de Stefanía fueron hasta Quito, donde será velada y sepultada.
La mujer era la mayor de cuatro hermanos y vivía en Guayaquil por temas laborales. 
Carlos C. dijo que el bebé se quedará con la abuela materna porque era ella quien lo cuidaba.
Las otras víctimas. Los otros fallecidos en el hecho son Mónica Peña, de 35 años; Kevin Zarraga, de 24, venezolano; José Paredes, de 44, peruano; y una mujer que hasta el cierre de la presente edición no era identificada.
Los familiares de Mónica dijeron que ella deja en orfandad a tres hijos de 6, 13 y 14 años.
Al momento de la tragedia Mónica se dirigía a Quevedo, donde trabajaba.
Julio Aguirre, con quien Mónica tenía más de 15 años de casada, explicó que su esposa se iba a bajar de la Zaracay, pues una compañera con la que iba a viajar se había retrasado y le pidió que se fueran en el siguiente carro, pero el controlador no se lo permitió. 
Mónica tomó el bus en la terminal terrestre a las 06h40. 
Sandra Aguirre, cuñada de la occisa, lamenta mucho su partida. 
“La ‘cuñis’ deja un gran vacío en toda la familia”, recalcó.  
Mónica vivía en la cooperativa 20 de Octubre, en Santo Domingo, y laboraba desde hace dos años como impulsadora de productos de belleza. Sus restos fueron sepultados la tarde de ayer en el cementerio central.   
Esperan familiares. José Paredes, quien era oriundo de Perú, llegó a Ecuador hace más de seis años con la esperanza de días mejores.
En este lapso de tiempo conoció a Alba Chávez, con quien vivía en la cooperativa Juan Eulogio.
El viernes, día del accidente, el hombre salió a las 06h00 de su casa con el objetivo de ir a Quevedo a trabajar. Él se dedicaba a comercializar zapatos. 
A Alba le cuesta creer que la persona que la apoyó con su hija desde que estaba en su vientre, a pesar de no ser el padre, haya muerto de una manera tan aterradora.  “Estaba decapitado, él no merecía una muerte así”, decía la apenada mujer en medio del llanto.
El cuerpo de José va a permanecer embalsamado en el centro forense. Mañana se realizará su trasladado hasta Perú, se indicó.
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