Uno de los heridos es José C., de 65 años, quien perdió uno de sus brazos.
En primera instancia el hombre fue trasladado hasta el hospital del IESS, en Santo Domingo, pero horas más tardes tuvo que ser transferido al Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito, para posiblemente amputarle parte de su otro brazo, según se informó.
La historia de José, quien vive en Valle Hermoso, fue compartida a través de Facebook. Allí se relata que la víctima tomó el bus en Santo Domingo y que su meta era dirigirse hasta Quevedo para sacar unos documentos que le hacían falta a un hijo, quien tiene planeado casarse el próximo 22 de julio.
Los familiares de José no han dado más detalles de su estado de salud.
No se puede mover. Fidel Martínez, de 23 años, es otro de los afectados por la tragedia.
Él permanece en el área de Cuidados Intensivos de la clínica Bermúdez.
Su madre, Cruz Quiñónez, llegó la noche del viernes desde Esmeraldas para ver a su hijo.
La señora explicó que su vástago no puede mover su cuerpo, pues en el accidente recibió un golpe en la nuca que le afectó la columna.
“La recuperación podría tardar doce meses o más, según nos explicaron los médicos”, detalló la mujer.
Ella pide que se investigue el caso y que el culpable se haga responsable de lo ocurrido, pues su hijo es padre de dos niños que todavía dependen de él.
Al momento de la tragedia Fidel viajaba hacia Guayaquil. Él es gallero.
En la clínica Bermúdez están internados otros cuatro heridos.
Por su parte, el hospital Gustavo Domínguez recibió a nueve pacientes, la mayoría de ellos está fuera de peligro.
En el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), fueron atendidas ocho personas, dos de ellas presentan heridas de gravedad: José Cayambe, quien fue transferido a Quito; y Roque Intriago, quien tiene complicaciones en sus piernas.
Investigaciones. Franklin Casán, jefe provincial de la Oficina de Investigación de Accidentes de Tránsito (OIAT), de la CTE, explicó que el caso está siendo investigado por la Fiscalía y que aún no se pueden determinar culpables.
Según el oficial, por versiones de los pasajeros y de acuerdo a su experiencia como perito investigativo, al momento de que el bus chocó con el Tucson la unidad de transporte iba a una velocidad superior a la permitida (90 kilómetros por hora).
Se presume que la unidad de transporte, en su intento de incorporarse a la vía, tras haber rebasado, chocó con el Tucson sobre la línea amarilla (medio de la vía).
El fuerte impacto hizo que el bus se eleve, dé vueltas de campana y termine en el otro carril arrastrándose unos 60 metros, según las primeras investigaciones.
Casán recalcó que la mayoría de los conductores no manejan a la defensiva, por lo que hace un llamado a la ciudadanía para que tenga más precaución cuando está frente a un volante.
En lo que va del año en Santo Domingo de los Tsáchilas se han registrado 54 muertes por accidentes de tránsito.
DESPUÉS HARÁ UN PRONUNCIAMIENTO
Mediante vía telefónica, José Luis Uriarte, presidente de la cooperativa de transporte Zaracay, dijo que no podía anticiparse a dar declaraciones sobre el tema (accidente) y que en los próximos días junto con el abogado de la empresa haría un pronunciamiento.
“Con las víctimas hay un procedimiento legal que seguir”, informó.
Añadió que “los accidentes no son provocados por la irresponsabilidad de los conductores, son por cosas ajenas y por casos fortuitos que se presentan. Nadie sale a hacer daño ni a perjudicarse a uno mismo como propietario”.
Dijo además que quien conducía el bus disco 36 era un “chofer autorizado”. “Estaba con sus horas de trabajo normal y cumplía con todo”, aseguró.