Son casos de conexiones para evitar la medición de agua, o tomas clandestinas para llenar tanqueros, detalló. Uno de estos casos se encontró en el barrio El Mirador, de Los Esteros, donde con una instalación clandestina se regaba el césped de una cancha de fútbol, señaló. Íñiguez manifestó que por este delito hay multas que van de uno a 10 remuneraciones básicas, las que aumentan progresivamente para las categorías comercial e industrial.