Con un hablar pausado por el peso de la edad, “Menchita” comenta que lo que más le gusta es salir a pasear con sus nietos y bisnietos que la llegan a visitar.

Por si las dudas, esta longeva mujer muestra su cédula de ciudadanía que demuestra la edad que dice tener.

El trajinar de la vida no le ha quitado la fortaleza en sus pies y con ayuda de sus hijas y nietas, ella camina, y hasta realiza pequeños bailes.

Sus sentidos los tiene completos, a excepción de la vista, que la perdió por el proceso de envejecimiento, según dijo Carlos Carreño, el menor de sus hijos.

El heredero mayor de Menchita tiene 81 años de edad.

Para conmemorar los 100 años de “Menchita”, sus nueve hijos organizaron una fiesta en la que estuvieron más de 130 personas, que forman parte de la “prole” generacional de  ella. 

Ese día con ella compartieron sus 50 nietos, 40 bisnietos y sus 5 tataranietos, según indicó Adriana Molina, una nieta de 45 años de edad. 

En sus años mozos, “Menchita” se caracterizó por ser emprendedora. Ella fue comerciante, agricultora, y partera. En Alhajuela, lugar de su residencia de toda su vida, atendió los partos de la mayoría de mujeres de esta localidad, dijo con orgullo. 

El último parto que atendió fue hace 16 años, comentó su nieta.

“Menchita” se suma al privilegiado grupo de manabitas que han llegado a celebrar los 100 años de vida.