De este universo de acreditados, sobresalen las cinco de Manabí por acumular el 5% del total de acreditados, encabezadas por la ESPAM con 32 investigadores, la ULEAM con 25, la UTM con nueve, la Unesum con ocho y la USGP con solamente dos. Cifra significativa porque las restantes 34 universidades juntas sólo llegan al 12%. Oportunidad para que el Sistema Universitario Manabita potencialice este recurso humano para armonizar la elaboración de planes integrados, motivar la formación de alianzas estratégicas y gestionar recursos para ejecutar proyectos de investigación para el desarrollo que tanto requiere la provincia.
Dato menos halagador, es el número de investigadores categorizados y distribuidos en los nueve niveles de remuneraciones que estipula el reglamento. Solamente 262, es decir el 17% se acogen a la categorización. De ellos, la gran mayoría (136) está apenas en la categoría más baja. Lo peor es que el resto de investigadores acreditados (83%) aún no está categorizado. Esto supone que tienen dos años de gracia para acceder a una de dichas categorías. De no cumplirse esta expectativa saldrían del sistema, esto haría tambalear la continuidad de proyectos y la estabilidad institucional de los IPIs por falta de investigadores categorizados, salvo que Senescyt dé prórrogas o modifique la norma.
En cuanto a artículos científicos indexados en 2016 sólo aparecen 19 universidades reconocidas con publicaciones en revistas indexadas a Scopus, base de datos considerada la mejor herramienta para estudios bibliométricos y evaluaciones de producción científica.
La Politécnica del Ejército lidera con 174 artículos seguida de la Particular de Loja (164), la San Francisco de Quito (140) y las Politécnicas del Litoral (128) y Nacional (111), cerrando en el 19° lugar la Universidad de Santa Elena con 7 artículos. En este selecto grupo se ubicó 16° la ULEAM con 19 publicaciones, en los años precedentes fué décimo cuarta a nivel nacional con 25 y 11, respectivamente.
Indicadores contradictorios, pues las universidades con más publicaciones no aparecen oficialmente con cantidades significativas de investigadores acreditados. En este balance destaca la ULEAM por presentar cifras aceptables en ambas mediciones, méritos que le favorecerán en su actual proceso de acreditación.