Manning, que se llamaba Bradley y comenzó un tratamiento de cambio de sexo para ser mujer en su cárcel militar de Kansas, donde intentó suicidarse en dos ocasiones, había sido condenada a 35 años de prisión, pero será liberada el próximo 17 de mayo tras siete años privada de libertad.
La liberación de Manning fue anunciada a tres días de que Obama abandone la Presidencia en una lista de 209 conmutaciones y 64 perdones, que incluyen también al general James Cartwright, acusado de mentir al FBI sobre filtraciones de información del acuerdo nuclear con Irán, y Óscar López Rivera, independentista puertorriqueño que ha pasado 35 años tras las rejas acusado de sedición.
"El presidente cree en las segundas oportunidades", aseguró hoy una fuente de la Casa Blanca, que recordó que Obama tiene el récord histórico de conmutaciones (1.385) y perdones (212) de condenados que en muchos caso lo eran a cadena perpetua.
En total, Manning habrá pasado casi cuatro años en la prisión militar de Fort Leavenworth (Kansas), en un régimen carcelario que, según miembros de su red de apoyo, le habría acabado llevando al suicidio, tras dos intentos infructuosos.
Además, Manning estuvo encarcelado hasta su juicio y pasó primero por las celdas de una prisión en Quantico (Virginia), donde se le sometió a una dura vigilancia que fue considerada ilegal y sirvió para que se mitigara su condena.
En declaraciones a Efe, Philip Crowley, un funcionario y portavoz del Departamento de Estado que dimitió por el trato a Manning, aseguró que la decisión de Obama es "equilibrada", ya que las circunstancias del caso no requerían que la exsoldado cumpliera toda su condena íntegra.
Cuando comenzaron a conocerse las filtraciones de Wikileaks, el Gobierno estadounidense aseguró que la información ponía en peligro la vida de confidentes, agentes de inteligencia y suponía un gran golpe para la capacidad de Washington de realizar su diplomacia.
Fuentes del Ejecutivo estadounidense recordaron hoy que el impacto de las filtraciones fue "muy grave y negativo para nuestra seguridad nacional", pero Manning mostró "remordimiento y reconoció su responsabilidad", algo que parece haber sido esencial para conmutar la mayor parte de su condena.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró hoy que el perdón a Manning es "escandaloso", ya que puso vidas de estadounidenses en peligros y la conmutación de Obama crea "un peligroso precedente" que manda el mensaje de que "los que comprometen la seguridad nacional no rendirán cuentas".
El senador republicano Tom Cotton aseguró que Estados Unidos no debe "tratar como mártires a traidores", mientras que el también senador John McCain dijo que el "deshonor" de Manning quedará en su nombre para siempre.
Manning se libró gracias a su arrepentimiento en el juicio, que finalizó en el verano de 2013, de la cadena perpetua, pero se le impuso todo el peso de la ley militar por otros delitos hasta sumar 35 años, la mayor pena de la historia por una filtración de información.
Manning se arrepintió por la filtración de centenares de miles de documentos de las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado, y achacó su delito a su inocencia (22 años) y a su homosexualidad mal recibida en la disciplina castrense.
El delito de Manning quedó apocopado por la irrupción en el verano de 2013 del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, quien filtró detalles de programas de espionaje de amplio alcance nacional e internacional y se refugió en Rusia para evitar ser procesado en Estados Unidos.
Snowden, que sigue en Rusia, dio las gracias a Manning hoy en su cuenta de Twitter por lo que hizo, y le pidió aguantar los cinco meses que le restan en prisión.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, refugiado desde 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, pidió la semana pasada la libertad para Manning y dijo que si se suspendía la condena de la exsoldado se entregaría a la Justicia estadounidense.
Fuentes del Gobierno estadounidense aseguraron hoy que el ofrecimiento de Assange no ha pesado en la determinación de liberar a Manning.
En la decisión de hoy, Obama otorgó el perdón al general retirado James Cartwright, que estaba siendo juzgado y se enfrentaba a una pena de dos años por mentir a investigadores sobre filtraciones a dos periodistas sobre los intentos secretos estadounidenses para frenar el programa nuclear iraní.
Fuentes de la Casa Blanca aseguraron que Cartwright, general de cuatro estrellas y exvicejefe del Estado Mayor Conjunto, tenía una carrera distinguida y había servido a su país de manera ejemplar hasta sus filtraciones.
La Administración de Obama ha sido especialmente dura con los responsables de filtraciones de información clasificada, pese a que, tras ocho de mandato, ha decidido en los últimos días conmutar algunas de esas condenas. EFE