Ella actualmente triunfa en su propio negocio de asesoría de belleza que emprendió de la mano de una empresa internacional. 

La ex Miss Ecuador cree que la familia es siempre lo más importante, por eso después de su reinado decidió alejarse del mundo de las cámaras y la pasarela. 

Como Miss Ecuador la vida te da un giro de 180 grados, adquieres muchísimas responsabilidades, pero es una aventura muy enriquecedora, sin duda no terminas siendo la misma. Y claro que nos abre puertas y es una gran plataforma. En mi caso yo decidí tratar de tener una vida tranquila y no tan cercana a las cámaras para brindarle tiempo y disfrutar de mi familia. 

Sí. Actualmente tenemos un proyecto muy ambicioso con mi esposo en temas agrícolas,  además de eso tengo un negocio en donde ayudo a muchas personas en temas de belleza, salud, nutrición y cuidado personal; haciendo asesorías con productos de primera calidad y dándoles la oportunidad de que ellos también puedan ser parte de Market América,  que es la empresa a la que pertenezco. 

Esa parte la disfruto mucho porque en su mayoría este negocio tiene que ver con el maquillaje y eso es algo que me apasiona mucho.

Estuve mucho tiempo entrenando para competencias, logré varios objetivos y me ofrecieron varias veces ir a competir al exterior, pero justo fue en la época que entré a este nuevo negocio de la asesoría y necesitaba mucho tiempo para encaminarlo y por eso dejé de entrenar.

Ahora estoy tratando de retomar mi entrenamiento para volver a estar como antes y hasta mucho mejor con mi cuerpo y mi fuerza. 

Claro que extraño mucho a Manabí, viajo bastante a mi tierra para visitar a la familia y mis amigos, porque también tengo socios en Portoviejo; además, es el momento  que aprovecho para comer un buen bolón, un ceviche, encebollado, pan de yuca y la guatita que hace mi abuelita; en fin, trato de comer lo que más pueda y pasar en la playa. 

Quito me abrió las puertas y sin duda es una ciudad maravillosa para trabajar y para estudiar, acá hay mucha cultura y muchas opciones para disfrutar en familia.

Me considero bendecida con la familia que tengo.  Dicen que es malo presumir, pero siempre lo digo y reconozco que mi esposo es el mejor. Hacemos un buen equipo y nos amamos con locura. Y mis hijos me traen de cabeza, cada día me sorprenden más y nos gusta estar juntos para todo, acompañándonos en todo. Mi esposo es quien me anima a seguir adelante con mis ideas, él es fantástico.

Con el tiempo, gracias a Dios, tanto mi esposo como yo tenemos negocios propios, eso nos permite estar presente como padres  y tener flexibilidad en los horarios de acuerdo a las necesidades como familia, que siempre es nuestra prioridad. Nos toca viajar mucho, pero tratamos de hacer los viajes juntos, pero la mayoría del tiempo se trabaja desde casa.

Con la maternidad es verdad que todo cambia, no conoces las verdaderas preocupaciones, miedos y retos hasta que eres mamá, te vuelves una mejor persona, porque todo lo haces pensando en que debes hacer lo mejor para ellos. Sabes que tienes que ser el ejemplo de vida para ellos. En la actualidad hay que tener mucho cuidado para criar hijos con valores, y que sean capaces de enfrentarse al mundo que tenemos manteniéndose como personas de bien y que siempre sumen a la sociedad.

En este 2017 tengo metas grandes, tanto en los negocios como en mi vida personal, de a poco se irán enterando, pero sobre todo pido que Dios me llene de salud a mí y a mi familia para poder cumplir esos objetivos.