Los indígenas otavaleños lucen con mucho orgullo su vestimenta que, en su mayoría, son tejidos a mano por ellos mismos, con colores, bordados y diseños naturales que simbolizan el arte, el pensamiento y el trabajo de los indígenas.
Con esto exaltan la riqueza cultural que aún se conserva en los pueblos kichwas.
Por diferentes procesos históricos, el atuendo de todas las naciones se ha ido adaptando a las nuevas realidades y necesidades, tal es el caso de la camisa de la mujer y el pantalón del hombre indígena otavaleño.
La vestimenta que utilizan ellas es muy hermosa y llamativa, lo que ha generado que sean muy conocidas por su belleza. En cambio, desde los tiempos antiguos, el varón ha utilizado un vestuario sencillo y práctico.
Identidad. El elegante traje de la mujer consta de una larga camisa de lienzo blanco, adornada con bordados de motivos florales multicolores, hechos a mano, a la altura del pecho, la espalda y las hombreras, con anchos encajes en el escote y en las mangas, dos anacos de paño, uno blanco y otro azul marino o negro. Son piezas de tela rectangular a modo de falda que la sujetan con una faja o chumbi, como se le denomina en kichwa.
La indumentaria del hombre indígena es más sencilla. Consiste en un sombrero de paño por el que sobresale su largo cabello en una magnífica trenza como rasgo de identidad.
El pantalón de tono blanco es corto a la altura de los tobillos, la camisa es simple, también de matiz blanco, aunque puede variar.
Llevan un poncho de lana típico en los indígenas que les sirve para protegerse del frío y del calor, preferentemente de color azul. Y su calzado son las alpargatas de color blanco.
Marta Díaz es una de las mujeres kichwas que se dedica a confeccionar ropa indígena desde hace mucho tiempo. Uno de sus familiares le enseñó este oficio.
Entre su especialidad está la elaboración de blusas, anacos, fajas, camisas, pantalones, vestimenta de novios. “La materia prima que utilizo es la tela y los hilos, este producto también lo exportamos a otros países, cuando tenemos pedidos de la misma gente kichwa que se encuentra en el exterior”, comenta Díaz.
Según la artesana, los precios de una vestimenta completa para una mujer kichwa dependen de la calidad de la tela, que varía entre los 120 y 150 dólares.