Hasta ahora lo narra como si leyera un parte policial. “El accidente fue el 7 de mayo del 2015, tres y media de la tarde, en la avenida Malecón, a la altura de la antigua Notaría Primera. Fui impactado por un volquete, producto del mismo accidente fui ayudado por miembros de la casaca roja, quienes me trasladaron al hospital Rafael Rodríguez Zambrano”, relata. 

Trata de explicar su caso mostrando las cirugías que tiene en sus piernas. “Mire, aquí tengo una operación, tuvieron que sacarme piel de esta pierna para colocarla en la otra”, expresa.

Estadísticas. Según datos del SIAT, en el 2015 se registraron 315 accidentes que dejaron un saldo de 57 fallecidos. 

Mientras que en el 2016 se registraron 294 accidentes, se retuvieron 740 vehículos y hubo 34 fallecidos.

Desde que sufrió el accidente Jonathan ya no es el mismo.   

No puede trabajar bien, ni mantenerse mucho tiempo en pie. Tampoco puede correr o hacer deportes. 

Esto lo ha alejado de su actividad principal, que es el comercio. “Tengo tres hijos que mantener y hasta ahora trato todos los días de hacer un esfuerzo para lograr algo de dinero y comprarles lo que necesitan”, indica. 

Los datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) demuestran que cada muerte por accidente de tránsito le cuesta al país 240 mil dólares aproximadamente. 

En ese monto se incluyen los gastos derivados del siniestro y una estimación económica de lo que dejaría de aportar el individuo, en cuanto a su productividad.

Actualmente el caso de  Jonathan está en juicio. 

En la Fiscalía se informó que el proceso de Jonathan avanza y están a la espera de la fecha de juzgamiento.  

Él dice que una de sus esperanzas es que se haga justicia y le reconozcan todo el daño causado.  

“Laboralmente dejé de ser una persona útil”, agrega.