Celosamente vigilada por la policía de camino, son por decenas los infractores que a diario caen en la lente del radar estático o de la pistola controladora del carabinero que estratégicamente se ubica en las vías.

Además de este cuidado, existen tres peajes en los que el conductor debe cancelar entre 2.300 y 2.400 pesos que, dolarizadamente hablando, son en promedio 3,5 dólares por pase. Es decir, la módica suma de 10,5 dólares por el uso de la vía.

Sin embargo, hay adicionales. Así, el viajero en determinados lugares también debe cancelar para entrar a ciertas comunidades, cobros que son fijados y recaudados por las sendas administraciones locales.

Igual ocurre para ingresar a Santiago, donde es necesario pagar un ticket extra de 6.000 mil pesos (9 dólares) diarios para circular.

Al parecer todo esto se justifica al obtener a cambio la presentación y seguridades que existen o deben existir a lo largo de la red de carreteras, cuyo mantenimiento exige presupuesto especial que no lo cubren los ingresos generales.

Es que, a más de garantizar carreteras cómodas a los nacionales, la mira está igualmente puesta en comodidades para el turista, un rubro de ingreso interesante en divisas para este país sureño.

A propósito, en anterior opinión, tratando las decisiones del imperio de la revolución socialista del siglo veintiuán, señalamos lo interesante que significaba para el país el agresivo proyecto turístico que llevó a invertir algunos cientos de miles de dólares en países de Europa y América, para difundir los atractivos naturales de Ecuador, invitando a visitarlo.

Y dijimos las conveniencias de los gobiernos cantonales para aprovechar la oportunidad de la campaña, haciendo listados que resalten sus propias bellezas marinas y de tierra adentro.

Aún no se ha realizado un balance de ese intento; sin embargo, nunca es tarde para la implantación de planes que logren concretarse en ampliaciones de oportunidades de obras que atraigan y faciliten el desplazamiento turístico interno. Y esto depende bastante de un sistema vial eficiente y confiable.

Por eso iniciamos estas líneas citando las condiciones de funcionamiento de las carreteras en Chile, que en la actualidad en nuestro país han sido sensiblemente mejoradas por el gobierno del economista Correa, pero con la gran incógnita sobre su futuro, de persistir en la dependencia absoluta al sistema fiscal.

Aquello hace necesario un proceso de cambio de mentalidad, mucho más ahora que la situación económica ha sido mermada por la caída del precio del petróleo especialmente, para mirar a la adopción del pago por uso de vía de forma racional, de tal manera que  lo invertido no se torne en gasto.

El ejercicio desarrollado por el Consejo Provincial puede servir de base para el estudio de su extensión a nivel provincial, en el caso de Manabí.