"Continuaremos el positivo trabajo de nuestros predecesores en la promoción de la igualdad económica y social en el mundo (...) con el fin de eliminar la pobreza, la inequidad y la exclusión", aseguró Correa en su discurso.
El presidente ecuatoriano asistió a la ceremonia de traspaso anual de la presidencia de ese bloque en un acto en la sede de Naciones Unidas en el que también intervino el secretario general de la ONU, António Guterres.
Correa aseguró que el trabajo de Ecuador en el G77 se concentrará en impulsar el desarrollo de las naciones más pobres y el respeto a los derechos humanos, así como en denunciar la "precarización de la fuerza laboral de los países menos competitivos" por parte de los países occidentales.
"Mientras no se logre una justa distribución de la riqueza, no se resolverán los problemas sociales", afirmó el presidente, quien recordó que el 0,7 % de la población mundial concentra el 45 % de la riqueza.
En este sentido, afirmó que luchará contra los paraísos fiscales, a los que considera como "uno de los peores enemigos" de las naciones pobres que, a su juicio, son las más afectadas.
"Solo en Latinoamérica, 32 millones de personas podrían salir de la pobreza si los recursos escondidos en paraísos fiscales pagaran el impuesto a la renta que les corresponde", sentenció Correa. EFE