El expolicía Mijaíl Popkov, de 47 años, que dejó de servir a las fuerzas de seguridad de Rusia en 1998, fue condenado el año pasado a cadena perpetua por haber matado a 22 mujeres. El hombre confesó haber asesinado a otras 60 féminas entre 1992 y 2007 en una ciudad de Siberia, en el mismo país.