La Agencia de Protección Ambiental (EPA), de Estados Unidos acusó ayer al grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA) de trucar los motores diésel de varios modelos de sus vehículos para manipular las emisiones, aunque el fabricante negó ese extremo.
La EPA informó de que ha enviado a la multinacional italo-estadounidense un “aviso” referido a “supuestas violaciones de la Ley de Aire Limpio por instalar y no revelar un software de tratamiento de motores” en unos 104 mil automóviles.
Esa normativa exige a los fabricantes probar ante el organismo regulador, mediante un proceso de certificación, que sus productos cumplen estándares federales de emisión para controlar la contaminación.