Mauricio Borrero, quien es parte del Consejo Barrial, aseveró que en el mencionado sector del cantón hay seis tuberías de agua potable averiadas y unas tres cuadras inundadas de aguas servidas.
“Espero que las plagas no originen enfermedades porque no hay recursos para comprar medicina”, dijo.
El dirigente barrial manifestó que su obligación es velar por los derechos de los ciudadanos, quienes pagan por un servicio para el mantenimiento de redes, “sin ver los resultados”.
Adela Zambrano, habitante de El Florón, señaló que las aguas originaron el crecimiento de maleza que resulta la guarida perfecta para los insectos. “De nada sirve que fumigen, si el agua se desperdicia y la laguna se sigue extendiendo. Ahora con las lluvias la situación se volverá caótica”, mencionó.