Indicó que personal de la administración del Nuevo Tarqui le exigió que borrara la propaganda pintada, sino sería multado.
“Los comerciantes tenemos que sobrevivir en este lugar hasta tanto la ciudadanía se acostumbre a visitarnos, por eso pinté el nombre de mi tercena para que los clientes me ubiquen. Aquí no hay un letrero gigante que diga ‘aquí vendemos carne, pollo u otros productos’. El público se pierde”, expresó.
Bailón manifestó que no ve nada de malo en haber pintado el nombre de su negocio y haber colocado una foto de su progenitor que durante 42 años fue comerciante de carne en Tarqui. También ha instalado un foco de 100 voltios con luz amarilla para que la carne mantenga su color rojo. Él cree que en el lugar hay que hacer muchas correcciones a las que sí se debe poner atención, anotó.
Versión. ”Nosotros no tenemos la competencia para sancionar. Lo que se hizo fue llamarle la atención a esta persona por haber realizado trabajos sin previa consulta”, dijo Mery Chong, administradora.
Este lugar se lo está administrando con una nueva visión organizacional a la que deben sujetarse los comerciantes, anotó.