Su casa, ubicada en la calle Séptima entre la “H” y la “I”, en época invernal se inunda. Esta vez no fue la excepción.
En cada aguacero la calle es un río, enfatizó ayer en la mañana mientras con escoba en mano limpiaba el portal y la sala de su hogar.
“Suerte que solo había llegado el agua hasta la sala. Pero hay conductores, pese a que ven la calle así pasan a alta velocidad, generando olas”, resaltó Vera.
Las alcantarillas no funcionan, hemos hecho llamados a las autoridades municipales, pero no dan respuesta”, manifestó Alexandra Sánchez, quien también se levantó temprano a evacuar el líquido de su casa.
PROBLEMA. Similar es el caso de los habitantes de la ciudadela El Progreso, Las Américas y La Loreto donde ciertas calles amanecieron hechas “piscinas”.
Jorge Martínez, vecino de la calle 7 de Octubre y June Guzmán, dice que para que sus hijos acudan a la escuela tuvo que sacarlos en peso.
“En pleno centro de la ciudad esto era un río a las 07h00, las alcantarillas están tapadas y otras nunca han funcionado, uno es quien sufre las consecuencias y muchas veces hasta los electrodomésticos se dañan”, denunció.
En la calle Jaime Roldós y Revolución Ciudadana el problema también se repite en cada lluvia.
La madrugada del lunes en Quevedo llovió fuerte.
La ciudadanía no colabora porque arroja desechos a las alcantarillas, según el gerente de la Empresa de Agua y Alcantarillado, Carlos Pinos.
En la parroquia Siete de Octubre se hace el desalojo de desechos de los sumideros dependiendo de los llamados de la ciudadanía, informó.
Quienes presenten problemas pueden llamar al 2763-970, indicó.