La mujer asegura que antes esperaba el bus fuera de su vivienda porque no había parada señalizada. “Ahora lo espero en la caseta pero los buses no pueden parquearse a dejar o coger pasajeros porque otros colectivos y buses interprovinciales se estacionan en el sitio”, dijo. 

Vera indicó que los usuarios deben esperar el carro en la calzada arriesgándose a ser atropellados.

En el sector de La Chorrera Fausto Pazmiño se siente perjudicado por la colocación de la parada cerca de su negocio.

“Tengo una mecánica y la caseta y las señales impiden que los carros grandes puedan entrar a mi negocio”, señala.

Proceso. Desde diciembre del año anterior la Empresa Pública Municipal de Tránsito (EPMT) realiza la colocación de 850 señaléticas de paradas de buses urbanos y 250 casetas en puntos estratégicos de la ciudad.

“La cubierta traslúcida no protege del sol”, dijo Josué Cagua mientras esperaba un bus en la parada de La Chorrera.

Según los transportistas, las paradas más conflictivas están ubicadas a lo largo de la calle Loja, en frente de la Empresa Pública Municipal de Tránsito y en la avenida Abraham Calazacón en el redondel de monseñor Stehle a la altura de la nueva sucursal del Banco Pichincha.

Heckel Vega, gerente de la entidad, señaló que también se colocarán casetas en los 24 kilómetros que conforman las paradas.

“En algunos puntos de la ciudad solo se colocarán señaléticas y no casetas debido al espacio de las veredas”, explicó Vega.

En el 2016 la EPMT emprendió una campaña sobre el correcto uso de las paradas que dejó 1.320 conductores de vehículos particulares amonestados, según el funcionario, la etapa de socialización concluyó y desde diciembre pasado la Policía de Tránsito está a cargo de los operativos sancionadores.