Silvio Larrea, coordinador del Centro Zonal ECU-911 Portoviejo, manifestó que en Manabí se instalaron 56 cámaras, de las cuales 44 son para tsunami y el resto para control de inundaciones (desbordamiento de represas).

Considerando la complejidad del evento, los equipos pueden emplearse mediante fibra óptica, red troncalizada, celular y satelital, ya que tras un movimiento sísmico considerable el fluido eléctrico se suspende. 

La alerta sonora de los megáfonos alcanza hasta tres kilómetros, dijo Larrea, agregando que los paneles que se aprecian en los postes sirven para auto alimentar  a las baterías y estar en funcionamiento por algún tiempo.

“Por los parlantes se emitiran mensajes alusivos a cómo evacuar. A lo mejor para inundaciones podremos decir que se aproxima una creciente y que las personas deben ponerse a buen recaudo”, citó el funcionario.

Ubicación. En el caso de Portoviejo fueron instaladas cinco cámaras, las cuales están ubicadas en la parroquia Colón, plazoleta 24 de Mayo (sector del puente San José) y tres en la parroquia Crucita (malecón principal, La Boca y Los Arenales).

“Los equipos de alerta temprana están operativos desde el 18 de diciembre, pero entraremos en una fase de difusión para que la ciudadanía sepa de qué se trata”, declaró Larrea.

Este miércoles, dijo, el ministro de seguridad César Navas probará los equipos en Pedernales.