El hecho ocurrió en el centro del cantón Jaramijó a las 22h30 del sábado, según la Policía.
La fiscal Ginger Mesías informó que, según las investigaciones preliminares, los asesinos llegaron en una motocicleta y dispararon contra Zamora.
Una vez cometido el crimen los individuos escaparon en la moto en que se movilizaban, dijo Mesías.
En un informe de la Policía se señala que fueron alertados por el ECU-911, pero cuando llegaron el hombre ya estaba sin vida.
Es por eso que personal de Criminalística de la Policía tomó procedimiento y recogió como evidencias once casquillos de bala esparcidas en la escena del crimen.
En el mismo informe de la Policía se señala que Zamora presentaba dos impactos de bala, uno en la cabeza y el otro en el toráx, ambas heridas con agujeros de entrada y de salida del proyectil.
Según las primeras investigaciones, Zamora estaba en su vivienda pero unos amigos lo llamaron y salió a conversar con ellos. No tenía más de treinta minutos en la plática, cuando aparecieron los criminales y abrieron fuego contra su humanidad, señalaron testigos.
Las personas indicaron a la Policía que la víctima trató de correr, pero fue herido y después se desplomó en el portal de una vivienda.
Una vez que las autoridades terminaron con el levantamiento del cadáver, se dispuso su traslado al Centro Forense de Manta para realizarle la autopsia. Esto en medio del dolor de los familiares que llegaron al sitio del tiroteo.
Investigación. Personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, (Dinased) y la Fiscalía investigan las causas que generaron este hecho de sangre.
Según Freddy Goyes, de la Policía Judicial, lo único que saben es que los criminales andaban en una moto.
Afirmó que la Policía recaba información para identificar a los autores del crimen.
Los familiares de Zamora retiraron ayer sus restos del Centro Forense y lo llevaron a Jaramijó, donde está siendo velado.
Según el artículo 143 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), la sanción para quien mate a una persona por precio, pago, recompensa, promesa remuneratoria u otra forma de beneficio, para sí o un tercero, es desde 22 y hasta 26 años de prisión.